Vinoteca pequeña
La vinoteca pequeña es la más recurrente en el medio hogareño o en oficinas de trabajo. No está pensada para el uso de locales comerciales, su ámbito es más bien un sector de compradores que desean tener una pequeña cava para una colección de vinos un tanto más privada o doméstica. Es por eso que tienen una serie de rasgos muy particulares, mismos que puntualizamos en los parágrafos a continuación.
Las razones por las cuales se pide una vinoteca pequeña son varias. En primer lugar, y como ya se dio a entender en los párrafos previos, la primera causa obedece a motivos de cantidad de botellas. Otra motivación recurrente es el tema del espacio.
Estas cavas climatizadas de reducido tamaño son perfectas para ser ubicadas en cualquier lugar, siendo además encastrables en muchos casos. Finalmente, está el tema de costes pues son las más económicas.
Una vinoteca pequeña suele ser mono-temperatura. Por lo general, se usan para resguardar un solo tipo de vino, bien sea de tipo tinto, blanco o rosado. Es frecuente que los clientes la soliciten para ser empotrada, sobre todo en la zona de la cocina. Por ello, muchas veces requieren de técnicos que las puedan instalar correctamente. En otras ocasiones, al ser pequeñas, pueden ser simplemente usadas como sobremesa, sin que por ello dejen de ser elegantes.
Otro de sus rasgos es la discreción. No se trata de mobiliarios de dimensiones exageradas y por ello es bueno que tengan un diseño acorde a ese sesgo tan peculiar. Igualmente, sucede que una vinoteca pequeña suele contener vinos para un consumo a corto o largo plazo, por lo que tiene una alta rotación. Esto hace que su puerta deba tener goznes resistentes y que sea de cristal para apreciar el interior de la misma.
Una de sus grandes ventajas es que son muy fáciles de colocar, pues no requieren de gran cantidad de espacio libre. Como se indicó antes, tienen otro beneficio: son las únicas que se pueden utilizar como sobremesa. De hecho, ninguna otra vinoteca tiene esta característica, pues ni las cavas climatizadas medianas ni las cavas climatizadas pueden ubicarse encima de ningún otro mueble, ya que deben de ser siempre ubicadas en el suelo.
Al poseer pocos vinos y escasa área de enfriamiento, no requieren de mayores requisitos energéticos. Tienen un menor consumo de electricidad, son fácilmente insonoras y no necesitan de grandes compresores que necesiten de un mantenimiento tan riguroso. En tal sentido, se puede afirmar que no solo son económicas en el instante de comprarlas, sino que también en el tiempo resultan mucho más baratas que de las de otros tamaños mayores.
Es importante decir que una vinoteca pequeña tiene varias ventajas. Una de ellas es que hay varios modelos encastrables, por ejemplo. Sin embargo, no es frecuente que sean modulares, es decir, que no abundan los modelos para acoplarse entre sí y generar una cava climatizada de mayor tamaño. Por ello, si la intención es aumentar con el tiempo la colección de vinos, lo mejor es comprar vinotecas medianas o grandes, ya que estas si abundan en formato modular.
Siendo perfectas para el uso doméstico, muchas veces son pensadas para ser colocadas en la cocina, de forma empotrada junto a los demás muebles. Igualmente, son muy cómodas de trasladar, sobre todo si son de sobremesa, pudiendo llevarlas a la sala en caso que se realice una celebración familiar y se quiere tener los vinos al alcance de la mano.
De ese modo, una vinoteca pequeña es un excelente artículo, que cubre requerimientos específicos con gran armonía, elegancia, ahorro energético y ergonomía.